Boca-River y la "Superparodia" del siglo

Como la final mas importante de la historia, se devaluó sobre la marcha y expuso todas las miserias del fútbol Sudamericano.



 Cartel que estuvo en las calles de Buenos Aires previo a la "Superfinal"

Igancio Bustos - La Séptima Entrevista (España)

Con esta van como siete u ocho veces que reescribo el borrador sobre la histórica final Boca Y River. El partido llego a un nivel de hartazgo que no fue lo mismo el Domingo 9 de Diciembre, que el frustrado Sábado 24 de Noviembre. Porque en la antesala del frustrado Sábado 24 y Domingo 25, el país estaba que ardía, no había otro tema de conversación que la final. El áspero clima previo se enfrío mucho después de la “frustración Monumental”. Porque Tanto River que esperaba salir campeón ante su gente, como Boca que soñaba con la hazaña de todos los tiempos de dar la vuelta olímpica en el Monumental. Al mandar el partido a Madrid, quedo como algo ajeno y bastante lejano.
Un día tenía que terminar la final mas larga de la historia. Con la innumerable cantidad de problemas, se suspendió tres veces: En la “bombonera” por lluvia y las dos del monumental por la violencia hacia el micro de Boca y la pésima organización de la CONMEBOL. La verdad, ambos partidos estuvieron a la altura de lo que se espero. Dos partidos cargados de emoción y suspenso. Tanto Boca como River dieron un espectáculo digno del aplauso de pie como hicieron los hinchas Boca hacia River y los de River hacia Boca. Fue un Domingo extraordinario, con ese raro gusto que tienen eventos de este calibre universal.
River es un mas que merecido campeón de América, porque levanto tres desventajas contra Boca en ambas finales. Boca a pesar del dolor, y del exitismo, es un digno finalista. Aunque para un sector sea mala palabra haber perdido con River una final. Tan hondo calo la derrota en Boca que a los tres días decidieron suspender los tradicionales festejos -11/12- por el día del hincha de Boca Juniors.
Mas allá de cuanta emoción se allá derramado en el campo de juego. Lo del Monumental fue el papelón mas grande la historia, porque todo estaba listo para jugarse el mejor partido de la historia, pero se vio un nivel de bajezas” nunca visto: todos buscaban sacar ventaja como sea. Desde la misma Conmebol empujando a Boca a jugar, hasta el mismo Daniel Angelici que había firmado un pacto de honor con D onofrio y Dominguez (presidente de la CONMEBOL), donde a los cinco minutos estaba “pidiendo” la libertadores. Fue un acto de una bajeza especuladora como pocas veces se vio, lo del presidente de Boca.
River mostró honor en todo momento al solidarizarse con Boca, donde el equipo de la ribera mostró cierto nivel de mala sobreactuación. En el partido de ida a River le rompieron los vidrios en la 9 de Julio, y nadie dijo nada. Se vio a las claras la actitud de Boca (sobretodo de su presidente Daniel Angelici) por sacar ventaja como sea.
Es el fin de una interminable parafernalia que se vivió durante mas de un mes. Antes del partido del Monumental, se presagiaba el desembarco de “Normandia”.
Uno de los principales problemas del argentino, es la fobia social de recibir la cargada, esa cosa de tener que convivir con años de gastadas de su eterno rival, como lo mismo hubiera sido Boca si ganaba.Pero este partido creo que puede empezar a marcar cierta tendencia de esa caballerosidad de la que el argentino carece. Ante el estrepitoso fracaso que algunos irresponsables vaticinaban una Buenos Aires, bajo una sudestada de sangre. El mismo 9 de Diciembre a eso de las 23hs, casi todos estaban en su casas; felices y tristes. Hubo mucho morbo porque la circunstancias lo amerito, pero por otro lado los protagonistas dieron cierto ejemplo ante tanto circo. No hay adjetivos para calificar la penosa y poco profesional actitud de CONMEBOL. Quien Desde hace meses se “olía” unas inocultables ganas de hacer el negocio del siglo con un partido de esta magnitud.
El triunfo 3-1 de River sobre Boca es mas que legitimo, aunque un poco exagerado el resultado por esa última y fallida acción de Boca, donde un palo y corner, termino en el  último gol de River. El equipo de Marcelo Gallardo manejo el partido con una inteligencia de equipo ganador. Siempre se apoyo en la confianza que no deja vacilar a los equipos con mentalidad ganadora. Tuvo la paciencia y la temple para sobreponerse al resultado adverso durante gran partido, y así tuvo su merecido premio a partir de el empate de Lucas Pratto, tras la ventaja de Boca de la mano de su góleador Benedetto. Cuando faltaban 12 minutos para ir a los penales Quinteros clavo el zapatazo de todos los tiempos, el gol que se recordara tanto como el cabezazo del Beto alonso al Steua Bacarest en 1986.
River goza de su hora mas gloriosa, y Boca siente unas de las peores frustraciones, porque sabe que lo tenía y se dejo ganar por la ansiedad de cuidar el 1-0.El día después es el centih de River y Boca atravesando un infierno. 
Vendimos una final del mundo, pero como no podía ser de otra manera todo lo que toca suelo argentino inmediatamente se devalúa. No somos ni la sombra de lo que supimos ser.

Comentarios