A 30 años del histórico concierto de Amnistía en River


El enfrentamiento Amnistía Internacional Argentina – Daniel Grinbank. La resistencia de Bruce Springteen de cerrar la gira en Buenos Aires. El autoritarismo de Augusto Pinochet y la cancelación del show en Santiago de Chile. Treinta años después, recordamos aquella inolvidable jornada.

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Ignacio Bustos - Esquina Rock




Bajo el lema Derechos Humanos, ¡ya! (Human Rights Now!), Amnesty International decidió los 40 años de la declaración universal de los DD.HH. organizando una serie de recitales alrededor del mundo, con la participación de figuras internacionales de la talla de Sting, Bruce Springsteen, Peter Gabriel y Tracy Chapman. Y la gira, que había arrancado el 2 de septiembre en Londres, finalizó el 15 de octubre de 1988 en Buenos Aires.
El contexto argentino de la época hacía difícil la organización de un concierto de esa magnitud. Incluso, el año anterior, un recital de The Cult en Ferro había terminado con serios destrozos e incidentes. Para algunos el concierto era una provocación. Más aun teniendo en cuenta las constantes amenazas 
carapintada que provocaban al gobierno de Raúl Alfonsín y a la sociedad Las cicatrices de siete años de atrocidades militares en el poder estaban muy frescas, como así también la paranoia de que podía pasar cualquier cosa
Y las especulaciones aumentaron a partir de lo ocurrido del otro lado de la Cordillera: el día anterior, el concierto que se iba a realizar en Santiago de Chile, pero la dictadura de Augusto Pinochet prohibió la fecha. Amnistía Internacional redobló la apuesta: buscó un lugar limítrofe y el concierto se llevó a cabo en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Pero no fue fácil para el pueblo chileno acudir al mismo. Es que en Chile se respiraba otro aire: la dictadura pinochetista comenzaba a decir adiós tras la victoria del "NO" en el plebiscito para determinar si el gobierno de facto debía extenderse hasta 1997. Siguiendo su naturaleza, Pinochet puso un "cerrojo" en la frontera, donde muchos autos estuvieron parados hasta un día para cruzar hacia Mendoza a ver el concierto. 
Bruce Springsteen y la televisación se oponían a que la gira terminara en Buenos Aires por lo obsoleto del sistema televisivo argentino para la trasmisión en vivo. Preferían una ciudad emblemática en materia de derechos civiles como San Francisco. Pero fue Sting quien insistió para que la gira de Amnistía Internacional tuviera su cierre en la capital argentina. Le pareció el lugar indicado por las circunstancias históricas y dolorosas que el país venía de atravesar. El ex The Police se había presentado el año anterior en River y había quedado impresionado de los duros testimonios que se había traído de aquella visita. Daniel Grinbank se encargó de la organización local, a pesar de la oposición inicial de Amnistía Argentina. Finalmente, y más allá de la desconfianza, se dieron cuenta de que era el único que podía organizar un concierto de tales características.
Charly García y León Gieco fueron los representantes locales elegidos para ser parte del histórico concierto. Entraron por la ventana: el manager de Springsteen no quería músicos argentinos por la televisación en directo, ya que temían un River totalmente vació para cuando saliera a tocar The Boss. Finalmente, la organización tuvo que tomar la drástica decisión de quitar a Mercedes Sosa y el Polaco Goyeneche de la grilla.
Durante su set, Charly García sufrió el contratiempo de contar con fue un sonido de la mala calidad del sonido. Igualmente, fue el responsable de hacer entrar en calor al público con clásicos como Los dinosaurios y Nos siguen pegando abajo, dos himnos anti dictadura militar.
En los últimos raptos de sol, el cantante senagalés Youssou N'Dour conquistó a los argentinos con su color y alegría. Le siguió la cautivadora voz de Tracy Chapman, quien era la gran revelación de aquel momento de la mano de su disco debut.


La primera súper estrella consagrada en hacer su aparición fue un Peter Gabriel en la cumbre de su carrera solista. El ex Genesis deslumbró con temas como Red Rain, Sledgehammer, In Your Eyes y la genial versión de Don't give up, a dúo con Tracy Chapman. 
Sin dudas, el momento más emocionante del concierto se vivió cuando Sting y Peter Gabriel cantaron Ellas bailan solas e hicieron subir al escenario a las Madres de Plaza de Mayo, quienes fueron ovacionadas por gran parte de las 75.000 personas.
Otro de los momentos más calientes de la noche, y a pesar de las inseguridades en la previa, fue cuando Bruce Springsteen hizo su aparición con su clásico Born in the USA, donde River se puso de pie. Le siguieron Dancing in the dark y Glory Days. Cerro su numeró con una particular versión de Twist and shout. El final también fue para el recuerdo: todos los artistas se unieron para cantar el clásico de Bob Marley Get Up, Stand Up (con el agregado, en castellano, del pedido Derechos Humanos, ya) frente a una multitud extasiada de emoción que estaba siendo sido testigo de un acontecimiento artístico inédito y significativo para una Argentina maltrecha. Después de aquella jornada histórica, los grandes conciertos en River se hicieron algo habitual de todos los años. 







Fuente "Esquina  Rock":  http://esquinarockweb.com.ar/especiales/nota/7764/amnesty_international_en_river_el_historico_concierto_por_los_derechos_humanos_que_supero_todas_las_adversidades

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