El 22 de Marzo se fue uno de los jugadores mas grandes de la historia: Rene Orlando Houseman, 'El loco'. Crónica de un artista con sangre de potrero.
Ignacio Bustos
Rene Houseman fue un jugador al que nunca le interesaron los status, mucho menos las jerarquías a nivel futbolisticas. Lo suyo simplemente era jugar. Su infinito lirismo de armar, crear y desarmar eran parte de su estado natural. Los que lo vieron jugar afirman que no existió ninguno igual. Vivió para el juego en todas sus expresiones; le daba lo mismo jugar un Mundial en Alemania, como en el potrero de la Villa del Bajo Belgrano.
'El Loco' Houseman, se dio el lujo de ser ídolo de Defensores de Belgrano, siendo hincha fanático de Excursionistas. Amor al que perdono, luego de haber sido discriminado en las inferiores por su origen villero. Algo que se Su arte conoció la máxima expresión en el “globito” de Parque de los Patricios, donde su mágica y sensible zurda dibujo sus obras cumbres en el “ Tomas Duco”, en aquel inolvidable Huracán del 73. Aquel equipo considerado en la historia a la altura de "la maquina" de River y los "carasucias" de San Lorenzo .
Su mejor concierto lo dio en el mundial de Alemania, donde no dejo nada por hacer. Ese grupo no tuvo la preparación necesaria para encarar ese tipo de competencias, de no ser por la calidad de jugadores como Houseman, Kempes, Brindisi y Babington, probablemente hubiera sido una actuación bochornosa. En ese mundial Rene Houseman asombro al mundo mostrando todo su talento, donde termino en el once ideal de aquel mundial teuton. Sus goles a Italia y Alemania Oriental quedaron guardados entre lo mejor de ese mundial.
Tras el mundial de Alemania se ganó la titularidad indiscutida en la Selección, mucho más con la llegada de su padre futboilistico: Cesar Luis Menotti a quien conocía muy bien.Como buen padre, en mas de una ocasión 'El flaco' Menotti tuvo que ir a buscarlo al potrero de la villa, porque se piantaba de las tan aburridas concentraciones, tanto en Huracán como después en la selección.
Para Houseman el periodo 74-78 fue el mejor de su carrera, a pesar de no ganar campeonatos con Huracán, su talento iba en aumento hasta el mundial de Argentina 78’. A pesar de no haber podido desplegarse como más quería, no dejo de ser un muy importante baluarte del equipo de Menotti. Aunque en el mundial de Argentina se caracterizó más por la garra y el corazón en las dificiles, se dio el gusto de marcar un gol importante a Perú en el controvertido 6-0.
Menotti admiraba la virtud que Houseman, para jugar bajo presión; digno de un artista, sacaba lo mejor de su talento. Fue uno de los emblemas de una generación que despertó al fútbol argentino de la mediocridad.
Después de Argentina 78’, empezó ese lento descenso, donde paso por varios clubes sin durar lo suficiente. Llego a jugar en Sudáfrica, pero las diferencias culturales con el Bajo Belgrano, fueron suficientes. Integro el ultimo Independiente-casi ni jugo- que gano la libertadores en el 84, con un paso fugaz con la camiseta de River Plate. Se dio el gusto de bajar el telón en Excursionistas; el club de sus amores. Aunque le hubiera gustado jugar un poco más, que ese manojo de cuarenta y cinco minutos.
Fue en una de esas iluminadas salidas por el sol de la noche, donde encontró la inspiración para dibujar una divertida satírica en ese gol a Fillol en estado de noche. Que se recuerda
A Houseman le costó mucho asimilar que la función había terminado. Como buen artista de pura cepa, la bohemia estaba en su sangre: toda una tradición como otros geniales extremos: Corbata y Garrincha. La vida fuera de la cancha, se le hizo insoportable vivir sin su redondo mundo. Como un animal fuera de su habitat natural. Las ultimas décadas vivió para su Excursionistas y Huracán, donde pasaba sus días cobijado por ese mundo, que lo vio nacer y llegar a la cumbre. Se hizo cargo del equipo femenino de Excursionistas; en una ocasión Menotti contó que lo había visto tan entusiasmado con el equipo femenino, como hace cuarenta años con la selección.
Al calor de las infinitas canciones y eternos homenajes a los que a veces intentaba huirle al bronce en vida como un pedazo de la mitología porteña, contando una y otra vez aquel lejano e inolvidable mundo de los ‘70’. Como una de sus grandes jugadas, el destino le obsequio de despedida al 'loco', un 22 de Marzo.
Ignacio Bustos
Rene Houseman fue un jugador al que nunca le interesaron los status, mucho menos las jerarquías a nivel futbolisticas. Lo suyo simplemente era jugar. Su infinito lirismo de armar, crear y desarmar eran parte de su estado natural. Los que lo vieron jugar afirman que no existió ninguno igual. Vivió para el juego en todas sus expresiones; le daba lo mismo jugar un Mundial en Alemania, como en el potrero de la Villa del Bajo Belgrano.
'El Loco' Houseman, se dio el lujo de ser ídolo de Defensores de Belgrano, siendo hincha fanático de Excursionistas. Amor al que perdono, luego de haber sido discriminado en las inferiores por su origen villero. Algo que se Su arte conoció la máxima expresión en el “globito” de Parque de los Patricios, donde su mágica y sensible zurda dibujo sus obras cumbres en el “ Tomas Duco”, en aquel inolvidable Huracán del 73. Aquel equipo considerado en la historia a la altura de "la maquina" de River y los "carasucias" de San Lorenzo .
Tras el mundial de Alemania se ganó la titularidad indiscutida en la Selección, mucho más con la llegada de su padre futboilistico: Cesar Luis Menotti a quien conocía muy bien.Como buen padre, en mas de una ocasión 'El flaco' Menotti tuvo que ir a buscarlo al potrero de la villa, porque se piantaba de las tan aburridas concentraciones, tanto en Huracán como después en la selección.
Para Houseman el periodo 74-78 fue el mejor de su carrera, a pesar de no ganar campeonatos con Huracán, su talento iba en aumento hasta el mundial de Argentina 78’. A pesar de no haber podido desplegarse como más quería, no dejo de ser un muy importante baluarte del equipo de Menotti. Aunque en el mundial de Argentina se caracterizó más por la garra y el corazón en las dificiles, se dio el gusto de marcar un gol importante a Perú en el controvertido 6-0.
Menotti admiraba la virtud que Houseman, para jugar bajo presión; digno de un artista, sacaba lo mejor de su talento. Fue uno de los emblemas de una generación que despertó al fútbol argentino de la mediocridad.
Después de Argentina 78’, empezó ese lento descenso, donde paso por varios clubes sin durar lo suficiente. Llego a jugar en Sudáfrica, pero las diferencias culturales con el Bajo Belgrano, fueron suficientes. Integro el ultimo Independiente-casi ni jugo- que gano la libertadores en el 84, con un paso fugaz con la camiseta de River Plate. Se dio el gusto de bajar el telón en Excursionistas; el club de sus amores. Aunque le hubiera gustado jugar un poco más, que ese manojo de cuarenta y cinco minutos.
Fue en una de esas iluminadas salidas por el sol de la noche, donde encontró la inspiración para dibujar una divertida satírica en ese gol a Fillol en estado de noche. Que se recuerda
A Houseman le costó mucho asimilar que la función había terminado. Como buen artista de pura cepa, la bohemia estaba en su sangre: toda una tradición como otros geniales extremos: Corbata y Garrincha. La vida fuera de la cancha, se le hizo insoportable vivir sin su redondo mundo. Como un animal fuera de su habitat natural. Las ultimas décadas vivió para su Excursionistas y Huracán, donde pasaba sus días cobijado por ese mundo, que lo vio nacer y llegar a la cumbre. Se hizo cargo del equipo femenino de Excursionistas; en una ocasión Menotti contó que lo había visto tan entusiasmado con el equipo femenino, como hace cuarenta años con la selección.
Al calor de las infinitas canciones y eternos homenajes a los que a veces intentaba huirle al bronce en vida como un pedazo de la mitología porteña, contando una y otra vez aquel lejano e inolvidable mundo de los ‘70’. Como una de sus grandes jugadas, el destino le obsequio de despedida al 'loco', un 22 de Marzo.
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