Hace cuarenta años, se dio una cena e insólita entre El Almirante Carlos Lacoste y el gran periodista Dante Panzeri. En dicha comida el tema central que se debatió, fue el Mundial de Argentina '78. Mitos y leyendas de una noche con ribetes de película.
Ignacio Bustos
Ignacio Bustos
En marzo de
1978, se dio lugar una cena más digna del género dramatúrgico que del mismo
ámbito deportivo. En aquella oportunidad una cena tuvo lugar a dos
protagonistas de bastante peso: el excéntrico e inolvidable periodista Dante
Panzieri y el “todopoderoso” Almirante
Carlos Lacoste -estaba al mando de la organización del Mundial-. En aquella cena
el tema central fue el Mundial ’78 que en pocos meses se jugaría en la
Argentina. Dante Panzeri estaba totalmente en contra, porque consideraba que
el país “tenía otras prioridades más importantes que organizar un mundial”.
Panzeri afirmaba que organizar un mundial para un país como la Argentina: “es
como el que compra un Torino (auto de moda) y no tiene plata para la nafta”.
El Almirante
Carlos Lacoste cansado de escuchar como rebotaban en todos los medios las
declaraciones de Dante Panzeri, inmediatamente mando a llamar al polémico periodista para conversar en su despacho. A lo que Panzeri, filoso y rápido de reflejos contesto: " Mire Almirante, yo no soy su suborninado, nunca pise una oficina publica". Por lo que el
encuentro tuvo lugar en la casa del el Almirante Lacoste, en el barrio de
Belgrano. Dante Panzeri, quien sufría un avanzado cáncer de pulmón, no tuvo empacho en aceptar la invitación. Llego poco
antes de las nueve y media de la noche al chalet del Almirante. Carlos Lacoste
manifestó respecto a la cena con el periodista: “Panzeri llego a casa a eso de
las nueve y media con dos enormes carpetas y nos pusimos a charlar sobre el
mundial. El expuso sus puntos de vista opuestos a los míos, y yo trate de
hacerle ver que estaba equivocado. Se retiró pasadas las dos de la mañana.
Resultado: No lo pude convencer acerca de organizar el mundial, pero Panzeri
casi convenció a mi mujer de no organizarlo”.
Según
allegados a Dante Panzeri: había manifestado que había sido imposible hablar
porque a Lacoste le sonaba el teléfono cada dos minutos y se canso de la
situación y le dijo: “Mire señor, mejor me voy a mi casa y lo llamo por
teléfono que me va atender mejor”, y se fue.
Solo El
Almirante y el Periodista, saben lo que se dijo realmente puertas adentro.
Siempre hubo rumores de todos los calibres, de cualquier tinte y según la conveniencia
de bajada de línea. Cuarenta años después, sigue la intriga y las dudas acerca
de la veracidad de lo que realmente se dijo aquella noche. Muchos dudan y otros
atribuyen al coloreo “literario”
El periodista Walter Closs describió la cena en una nota para la revista “Humor” en los años ’80, con lujo de detalle. Dante Panzieri falleció un mes después de la cena. El todopoderoso Almirante cuando se le esfumo el poder, fue repudiado hasta el cansancio. En México ’86 iba a ir como invitado “especial” de Joao Havelange, pero la presión y el repudio internacional lo bajaron del avión. Murió casi en el anonimato, en la misma fecha que Argentina gano el primer mundial, pero veintisiete años después: 25 de junio del 2004.
El periodista Walter Closs describió la cena en una nota para la revista “Humor” en los años ’80, con lujo de detalle. Dante Panzieri falleció un mes después de la cena. El todopoderoso Almirante cuando se le esfumo el poder, fue repudiado hasta el cansancio. En México ’86 iba a ir como invitado “especial” de Joao Havelange, pero la presión y el repudio internacional lo bajaron del avión. Murió casi en el anonimato, en la misma fecha que Argentina gano el primer mundial, pero veintisiete años después: 25 de junio del 2004.
El Mundial Argentina ’78, represento la ultima gran cruzada del genial Dante Panzeri. Hay un antes y un después. Sus grandes frases y predicciones (aserto en todos los males del fútbol Argentino) de un estilo tan particular, quien cada vez tiene más nuevos
adeptos y curiosos en conocer su historia (su periodo como periodista y director ‘El
Gráfico’) del autor de un clásico de culto: "Fútbol, dinámica de lo impensado". Aquel fuera de serie que le gano al tiempo y al personaje de
culto.
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