La emblemática revista deportiva se
despidió para siempre de su clásico formato gráfico: No saldrá más a la calle.
El fin de un gigante del periodismo.
IGNACIO BUSTOS
La emblemática revista deportiva argentina se despidió para siempre de su clásico formato gráfico y no saldrá más a la calle. El fin de un gigante.
El cierre definitivo de la revista ‘El Gráfico’, es el fin de uno de los idilios más apasionantes de la historia del periodismo. Hacía muchos años sobrevivía gracias a su rica historia. El Gráfico se plantó y dio batalla hasta que el martes 17 de Enero del 2018, dijo basta. Se dice que la histórica revista se va a reciclar en un formato on online, aunque ya no va a ser lo mismo.Presente en los grandes acontecimientos deportivos a nivel mundial; su gran bautismo de fuego estuvo en 1923 con la denominada “pelea del siglo”, donde Firpo y Dempsey en dos Rounds, hicieron la gran carnicería de todos los tiempos. Testigo preferencíal de todos los mundiales de fútbol desde Uruguay en 1930 hasta el último en Brasil 2014. Las memorables campañas de Juan Manuel Fangio, en los años ’50, como Reuttemann en los ’70 y ’80, Sin olvidarse de ídolos como Ayton Senna, Piquet, fittipaldi y Prost.
El Gráfico durante décadas llego a ser el referente deportivo más importante de Hispanoamérica. Estuvo a la altura de revistas como “Sport Illustred”. Salir en la tapa de ‘El Gráfico’ era el sueño del pibe, la consagración definitiva para cualquier deportista. Sus históricas tapas siempre fueron un objeto coleccionable de culto, donde ídolos históricos fueron llevados a la gloria del olimpo deportivo por ‘El Gráfico’, como Diego Armando Maradona. El Gráfico lanzo sus ediciones especiales para otros paises como -Uruguay con cada hazaña celeste o de Peñarol y Nacional.- Perú, Chile (las hazañas de Colo- Colo y la Selección) debido al gran numero de lectores que la revista tenía en el continente.
Las paginas no solo impregnaban esa atmósfera deportiva, si no que para los argentinos eran un patrimonio cultural. Fue un gran referente durante décadas, que dio espacio y fomento cuanto deporte se practicaba. El Gráfico nació allá por 1919 como una revista de interés general. Fue a partir del quinto numero, donde apareció el Gigante del periodismo deportivo. Ni lentos ni perezosos, enseguida se dieron cuenta que los mayores consumidores de la revista venían por el sector deportivo: con esas grandes fotografías, algo que la muy estructurada y formal prensa de la época no hacía. Las informales crónicas deportivas contando los sucesos deportivos, enseguida se instalaron.
Buscar la revista a los kioscos los Lunes por la noche, era una costumbre tan Argentina como el asado. La revista se fue reduciendo con el tiempo, debido a que tuvo que afrontar la llegada de las señales deportivas en los canales de cable, donde la revista fue perdiendo capacidad de novedad. Más tarde con la llegada de los formatos on line, el papel fue quedando cada vez más obsoleto. El “FIFA-GATE” lo afecto mucho, porque el presidente y director de la empresa -´Torneos’- a la que El Gráfico pertenecía, Alejandro Burzaco fue uno de los detenidos por el escándalo mundial.
Pasaron por la inagotable cantera de ‘El Gráfico’, periodistas de la talla de Lorenzo Borocottó, Dante Panzeri, Juvenal y Diego Bonadeo; le dieron su fama mundial al gráfico. Las notas y crónicas del ‘El Gráfico’ imponían a narrativa deportiva un golpe de efecto. En el ultimo tiempo, escritores de la talla de Eduardo Sacheri y Fabián Casas impusieron su magistral pluma literaria en las gloriosas -Perdón por la expresión subjetiva- páginas de la revista que supo formar grandes generaciones de lectores. El Gráfico deja un enorme legado en la historia del periodismo y el deporte en Latinoamérica.
La tristeza de no ver más la emblemática revista deportiva, se hizo eco en muchos medios de comunicación a nivel mundial. Comienza una era en donde nada volverá a ser igual. El fin de la La gran revista que supo la vanguardia de la literatura deportiva.‘El Gráfico’ estaba a un año y cuatro meses de su centenario. El Gráfico deja un inmenso vació difícil de llenar.
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