La base original de la mítica banda norteamericana se dio cita en el mítico estadio porteño, que fue colmado por un público que gozó al ritmo de sus clásicos de siempre.
Ignacio Bustos - (Esquina Rock)
Los históricos Doug Cosmo Clifford y Stu Cook estuvieron muy entretenidos con el público. Se nota que los divierte tocar en vivo igual que hace medio siglo cuando editaron el primer álbum de CCR. El baterista demostró una intensidad rozando lo asombroso, a sus casi 73 años, al igual que el bajista, quien no dejó de agradecer cada vez que tuvo la oportunidad dejando en claro: “Estamos donde queremos estar”. El guitarrista Kurt Griffey, a fuerza de imbatibles “solos”, le da ese necesario aire de frescura generacional sin correrse ni un centímetro de la esencia clásica de Credence.
Se hizo mucho más que una costumbre ver a Creedendece en la Argentina. Y se podría decir que el Luna Park le sienta más que cómodo a esta versión de la mítica banda norteameticana encabezada por los miembros históricos Stu Cook y Doug Cosmo Clifford, quienes se encuentran acompañados de Dan Mc Guinnes, Steve Gunner y Kurt Griffey. Es que allí los músicos demostraron que Creedence supera toda vigencia, tiempo y hasta desafía a la misma lógica. Este proyecto nació allá por 1995, luego del ingreso al Salón de la Fama del Rock N’ Roll de Creedence Clearwater Revival, donde John Fogerty no quiso saber nada con volver al grupo (e incluso se enfrentó a sus ex compañeros durante un tiempo en los tribunales).
Con puntualidad inglesa, exactamente a las 21:00, se cortó la música ambiente y se apagaron las luces. Las primeras notas de Born on the Bayouno tardaron en contagiar al publico las ganas de divertirse de la mano del joven cantante Dan Mc Guinnes, quien no tiene el menor problema en que comparen el parecido de su voz con la del gran Fogerty. Todo lo contrario, lo ve como un homenaje hacia la leyenda de Creedence, más allá del "Revisted" y el "Revival". Siguieron temas de la altura de Green River y Lodi,donde otra de las grandes habilidades del grupo está en la capacidad de saber cómo y cuándo regular la marcha.
El variado público abarcaba todas las edades, aunque predominaban quienes vivieron la gran época con John Fogerty. Los músicos regularon la marcha en algún pasaje del recital con temas como Long as i can see the lighty I put a spel on you. En Down on the corner, el Luna Park invitaba a bailar en esta noche donde, más que nostalgia, predominaba la alegría.
La banda se guardó lo mejor para lo ultimó, donde descargó una batería de los principales temas (los que la gente más espera): la muy festejada (y coreada hasta el hartazgo máximo) Bad mon rising, la cual fue enganchada con Proud Mary y Fortunate Son. Nadie quería terminara esa locura. Los músicos habían dejado el ambiente en medio de intensas llamas y, a fuerza de aplausos, la ansiedad del publico les pidió un poco más de ese resto que todas las bandas siempre se guardan para final.
Cuándo CCR reapareció de ese mini intervalo, no había la mínima posibilidad de sentar a nadie cuando empezó a sonar el trío final de clásicos que incluyó a Have you ever seen the rain, Traveling band y Uparound bend, donde bajaron el telón en medio de un intenso “Olé, olé, olé, Creedence, Credence” con la promesa de otra vuelta.
Es su quinta visita al país, que también incluyó su participación en la jornada inicial del Cosquín Rock, Creedence Clearwater Revisted demostró que su sonido goza de buena salud y que el tiempo sólo es una anécdota. Medio siglo después, el fuego sigue ardiendo.
Fuente: http://esquinarockweb.com.ar/coberturas/nota/7426/creedence_clearwater_revisited_en_el_luna_park_el_fuego_sigue_ardiendo
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