Se viene una época de grandes preguntas: ¿Comenzó el Post Peronismo?. Aunque haya cierta atmósfera de transición hacia un nuevo Bipartisimo: el Centro derecha y Centro izquierda. En la Argentina nunca hay que dar nada por hecho.
Ignacio Bustos
Ignacio Bustos
Seguramente
después de la elección del Domingo 23 de Octubre comience un periodo de
recambio de la clase política Argentina. Comenzando por Cristina donde su caída
libre por la pendiente, no va a conocer limite. el gobierno es posible que siga
con la simulación, y nunca se termine de concretar su detención. Con su
decadencia arrastra a todo el peronismo, detenerla puede ser uno de los peores
negocios de CAMBIEMOS, porque se podría reagrupar el Peronismo de base y
presentar pelea.
Con la
muerte definitiva del Bipartidismo clásico ente peronistas y radicales, nace un
periodo de transición hacia un nuevo bipartidismo del Siglo XXI; Probablemente
esté más orientado hacia centroizquierda y centroderecha. Las estructuras
partidarias en la Argentina están sufriendo un periodo de mutación como no se
veía desde hace un siglo, cuando llego al poder Hipolito Irigoyen y el
Radicalismo.
El siglo XX
a partir del golpe de estado de 1930,’sufrió varias mutaciones que dieron
origen al gran partido de masas Argentino- El partido Justicialista- surgido de
una circunstancia como el golpe de estado del 43’. Ambos partidos- el peronismo
y el radicalismo- tuvieron su periodo de proscripción. Hay que hacer una leve lectura
entrelineas, que a partir del surgimiento del peronismo en el mundo de las
fuerzas armadas soñaban con heredarlo: ser el próximo Perón.
Estamos
presenciando un momento muy particular; por primera vez en cien años no
gobierna ni nadie del peronismo, ni del Radicalismo ni tampoco salido de las
esferas del mundo militar. Alguien surgido de un partido emergente con doce
años de vida-PRO/CAMBIEMOS- que nació en el SIGLO XXI. Una nueva impronta trae
el oficialismo, con una practica y estética política muy distinta al
Kirchnerismo, donde los actos masivos y el personalismo caudillista eran la
cara visible de un modelo que en la bonanza.
El
caudillismo clásico del Peronismo Bonaerense, donde los viejos trucos ya no
tienen ese “mágico” efecto que solía tener. La fuerza del escudo y la imagen de
Perón, la marcha, eran marcas tan poderosas en la tercera sección del Conurbano
Bonaerense como la “Coca-Cola”, “Mc Donals”. El subdesarrollo y el no mirar hacia los
problemas reales, dejando todo librado al clientelismo más básico. Tampoco el
Peronismo invento el caudillismo, lo heredo de los conservadores, cuando se
sumaron al Partido Laborista (Partido de Juan Domingo Perón en las Elecciones
de 1946). Fueron el pilar fundamental del Peronismo en la conquista del poder a
nivel nacional.
El toxico
nivel de personalismo del Kirchnerismo, termino de minar todos los bastiones
donde se alzaba el poder real del peronismo. En el 2015 Cristina Kirchner
siendo presidenta eligió a dedo los candidatos del oficialismo que no eran los
mejores si querían seguir conservando el poder. Se encapricho con Anibal
Fernandez para la Gobernación de Buenos Aires, donde le termino costando la
presidencia al Peronismo. De haber llevado otro candidato, seguramente no
hubieran tenido la necesidad de pasar por la segunda vuelta. Aunque las “malas
lenguas” siempre decían que puso candidatos a perdedor, especulando que le
fuera mal al nuevo gobierno y volver con la gloria. Lecturas y parámetros fuera
de la realidad. No escuchar consejos de los asesores; según su visión, el 54%
del 2011 le daba toda autoridad moral para tomar las decisiones necesarias. Era
incuestionable.
En esta
transición el escenario lo domina CAMBIEMOS de la mano de su indiscutible
líder: Mauricio Macri (Presidente) secundado por la guardia pretoriana de la
estrella emergente de la política Argentina: María Eugenia Vidal (Gobernadora
de Buenos Aires) Y Enrique Larreta (Jefe de Gobierno Porteño). CAMBIEMOS tiene
los tres puestos de jerarquía electivos más importantes de la Argentina. La
coalición con el Radicalismo (En un principio fue muy cuestionada por los
puristas), es una exitosa sociedad aunque en algún momento van a comenzar con
los pases de factura por haberlos sacado de la foto, con
puestos de segunda y tercera línea.
La
renovación en el Peronismo y el palo en la rueda de Cristina; si la renovación
fracasa, el “Plan B” puede llegar a ser un éxodo masivo hacia CAMBIEMOS. Con
ese imaginario y complejo escenario: ¿el radicalismo, volvería a la oposición?;
podría ser la piedra que encabece esa madurez que la centro izquierda Argentina
necesita para competir desde el sentido común. La izquierda está encerrada en
sus vetustos ideales de la “Guerra Fría” por un lado con una impronta que no
logra alcanzar una madurez solida como para competir enserio. Un escenario sin
el peronismo, ayudaría al crecimiento de una Centroizquierda, donde los consensos
dejarían atrás esa impronta universitaria “bardera”.
El pedido de
“desafuero” y posterior Detención de Cristina, no es más que una muy calculada
jugada de ajedrez. Sabiendo que no le daban los votos para pedir el desafuero
en el Senado; El gobierno le tiro al peronismo el cadáver político de Cristina.
Los peronistas, sin los reflejos de los tiempos que gobernaban, se sienten acorralados
y no saben cómo salir bien parados de esta. El gobierno arriesgo mucho con esa
jugada coordinada con el poder Judicial, donde busca desviar el foco del
descontento popular hacia el cada día más decadente Partido Justicialista.
La confusión
de este tiempo es acorde a esa transición que lentamente se va produciendo
entre los polos de Centro-derecha y Centro-Izquierda. En un país tan impredecible
donde cualquier mínima acción puede alterar los equilibrios, no está dicha la última palabra.
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