Crónica de un invierno eterno



Fiesta en lo del vecino




Era de esos Jueves, donde se podía ver caras tan largas, como el agujero del bolsillo. Julio fue el mes más largo de todos los tiempos: entre la falta de fútbol por culpa de la bestial dirigencia del fútbol Argentino, que no se pusieron de acuerdo en cuando comenzar en el fútbol. Encima los tarifazos vinieron todos juntos y con desmedidos aumentos. Por si fuera poco, las vacaciones de invierno y los chicos corriendo, y poniéndole alas al castigado aguinaldo. 

Los juegos Olímpicos, son la excusa perfecta para acortar un poco ese eterno frío, ya que son tres semanas para mirar competencias, mientras tanto. El fútbol le toco abrir los juegos, antes de la inauguración- pre inauguración- entre los tantos partidos del primer día, jugaron Argentina-Portugal: en el estadio Olímpico  de Río de Janeiro- Olímpico como los negociados que se hicieron con estadios al pedo como el de Amazonas y Brasilia- a simple vista se percibía en la gente un poco de ese síndrome de abstinencia de fútbol, luego e mas de un mes sin ver un partido importante; bares y algún café, con gente bastante interesada.

Mi amigo Roberto Alvarez, llevaba un rato largo esperándome para ir a verlo a un bar de la Avenida de Mayo al 1300- pegado a la vieja redacción del Diario Critica- con su cigarro- pasado el atado diario- enfrente de la sede de la AFA, en Viamonte. Mientras nos dirigimos hacia la Avenida de Mayo, en AFA, reinaba un clima típico de que ya había pasado el temblor. Se escuchaban comentarios de gente que entraba y salía de la sede; algunos insultando la suerte que su club ligo con el fixture.

En  el bar “Clover”, una sola persona parada casi al lado de la TV, estaba mirando el partido.  Iban 14 del primer tiempo, y el improvisado equipo del Vasco Olarticoechea, no daba muestras de serlo. Insistía con una propuesta medio defensiva, que salía de contragolpe, pero la puntería tan esquiva como una sonrisa de la mesera, cuando te sirve el “Happy hours”. A medida de promediaba el primer tiempo, se iban acercando más gente- sobretodo oficinistas recién salidos- Roberto iba y venía a la calle a fumar un cigarro, donde siempre algo pasaba: En el primer tiempo casi lo linchan los fanáticos de Hebe de Bonafini que pasaban por Avenida de Mayo, a hacerle el aguante a la madre Plaza de Mayo, en su decadencia. Algo les habrá dicho, a veces es medio difícil mantenerlo callado más de 5 minutos, vaya uno a saber. En el segundo tiempo, las dos veces que salió, Portugal hizo los dos goles.  Mal negocio eso de fumar para Alvarez.

No faltaron las grandiosas frases: “y Messi donde esta?”; “me perdí la inauguración”, “Ese es Bauza?, que le paso? Esta re panzon y pelado, y eso que anoche lo vi en un reportaje”. Se percibía por TV, el calor que hacía en las tribunas: las ganas de estar en Río, naufragando en esa marea de calor y alegría.


Eduardo Peralta Acevedo

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