Fiestas: famoso dolor de huevos ( y de bolsillo sobretodo)


Eduardo Peralta Acevedo 





El meter mano en el fondo del bolsillo, debe ser de los signos mas dolores de cabeza trae a esta altura del año. En un periodo donde debería de ser de alivio luego de un largo año de trabajo, para muchos es un martirio viviente; una suerte de karma que no termina mas.
Primero el nivel de gastos, que se incrementan de una forma, que cuando llegan la hora de los regalos navideños, ante la acides por el tamaño y sus consecuencias de corto plazo, sigue tomando afuera tranquilo para no seguir lamentándose. Encima hay que regalar a las suegras y algunos sobrinos: Ahí es cuando el principal sponsor- a la fuerza- de la fiesta es donde se lamenta, donde podían haber adelantado las vacaciones, o haberse ido a donde querían, pero lo suprimieron por falta de "cash"; con lo que gastaron seguro en "primera". Tranquilo, que el año que viene seguro pasara por el mismo karma.
Otras de las cuestiones es cuando el padre o madre, toman la decisión sin consultar nada al otro. toca en lo de un hermano que el otro no soporta, y muchos menos a su entorno "porque hablan a los gritos, y traen esos amigos el hijo". Donde mira el reloj, y ni siquiera son las "22:00", para colmo hace un mes que dicen que van a llevar a arreglar el aire, mientras el ventilador, lanza aire caliente. La otra cuando el que toca ser local, tiene que observar el interminable desfile, con alguna "tartita" que seguro lo que quede se lo van llevar. No falta ese hijo que carga con la suegra, y el solteron hermano de la mujer. No falta esa hija vegana, que hizo gastar una fortuna, para mostrar sus veganas delicias que nadie quiere saber nada con comer, y es el hazmerreir de todos, por detrás.
Pasadas las copas, siempre surgen las incomodas preguntas típicas de vieja chota o del típico que le gusta meter cizaña: ¿cambiastes de trabajo? o ¿te mudastes? (sigue viviendo con los padres). El gran clásico de la incomodidad en época de fiestas: ¿Cuándo se casan? (el planeando su viaje a Europa), sale del paso con la excusa de buscar mas alcohol. No falta los pases de factura con punitorios y todo entre hermanos, por alguna cuestión económica de por medio como una "sucesión", una palabra prohibida a esta altura del año.
La ansiedad de algunos, que se toman tan enserio las fiestas que parece que fuera el eje de la vida; desde meses antes ya tienen organizado donde van a pasar las fiestas, con quien y a quien evitar. Estás los que todos los años ante el hartazgo festivo, repiten una y otra vez "No paso mas las fiestas acá, el año que viene lo paso en la playa" la reacción se debe a lo harto que lo tiene la familia con las fiestas desde hace semanas, con el condimento especial de que vienen esos pesados de siempre. Los indecisos que a ultimo momento se deciden, después de que uno decidió hacer asado, aunque caiga con los  chicos, después escuchar alguna charla sobre los planes de las fiestas. 
 No falta esa terrible cara "que hago acá", siempre va ser el que mejor la este pasando al punto que su mujer lo tenga que frenar mas de una vez, con el "estas tomando mucho" o "menos mal que la ibas a pasar mal", con la clásica respuesta " siempre espero menos para que no llevarme un chasco". Ella temiendo a que el se convierta en un Peter Seller porteño, como en "La fiesta inolvidable", Un Katrasca inolvidable.
Tampoco faltan los que no se pueden ni ver entre primos o cuñados Kirchneristas y anti. Donde los comentarios y las devoluciones de gentileza no faltan a la hora de devolverla ante comentarios incómodos, que después del saludo, vendrá un año de traicioneras criticas por detrás. Primeras fiestas con nuevos inquilinos en la Rosada. 

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