Crónica de una tarde en la Rosada, viviendo una cadena en vivo

 Espiando la misa

CRONICAS PORTEÑAS


Eduardo Peralta Acevedo




No era un Jueves cualquiera;  Había una sensación de vientos de cambios, desde unos días atrás. La derrota había dejado muy sensibles al mundo oficialista. Como siempre se anunciaba desde el mediodía el show de la cadena de Cristina- un par de horas nada mas- Al ver imágenes de la plaza de Mayo algo colmada, en el pedazo de la entrada a la Rosada; no voy a exagerar como siempre les gusta a los popu: “que estaba colmado”, no era para tanto, hasta el caballo enano de Belgrano llegaban y gracias.


Estaba esa resignación de equipo que no da la vuelta: “te banco en las malas como sea”, con todos los trapos y canticos y remeras por todos lados con famosa leyenda de “La Campora”, el cottilon estaba en su máxima expresión, y era una de las ultimas misas, con la “hiperdivina” líder.
Desde mi curiosidad urbana, me dedique a tratar de entender que los podía llevar a ese lugar un día cualquiera de la semana. Pronto, pico una curiosidad por ver más: mirando el portón de la entrada, iba a ser un poco más pesado y difícil, porque había que ser invitado de las agrupaciones, y no me daba para hacer más de hora de cola. Estaba por retirarme, hasta que el porton de acreditados, no se porque se me sento “posible”. Me dije:   “prepara el paracaídas. Había cierta  desesperación por entrar, mostrando el carnet. El apuro de algunos de atrás empujaba hacia las rejas, como si la faraona, hablara por ultima vez. El de la reja se calentaba “basta, la puta que los pario o no entran”, abría la reja, y en el manojo los entramos, no tuvo ni tiempo de verificar ninguna acreditación, igual habia que pasar los controles de adentro, donde el primero lo sorteamos poniendo llaves y la billetera. Ni me calenté en acercarme a la ventanilla, si no tenía nada que hacer ahí.
Me acerque rápido a la puerta que daba al patio de las palmeras, donde se podía oir el clásico “vengo bancando este proyecto, proyecto nacional y popular”,  parecía la bombonera como retumbaba. Me acerco a la puerta, me piden la acreditación y rápido veo que un pelado, seguro funcionario de tercera línea- fue el primero en huir antes de que comience la cadena-, que se aleja 10 metros, “vengo con el”, señalándolo; milagrosamente pase, atravesé ese pasillo donde en el medio estaban los militantes gritando y moviendo banderas. Una linda escalera de mármol me dejo en un primer piso donde la burocracia mediatica y estatal, convivían en los sendos salones al salón de las mujeres, donde Cristina se aprestaba a salir. Todo estaba retrasado; bien al estilo Susana Gimenez, entro por esa doble puerta secreta, donde se podía ver a unos de los grandes derrotados de ese Domingo que había sido el candidato a Vicegobernador, Sabatella a los abrazos con otro. El aburrimiento estaba notable hasta que saliera a escena, se podía ver el salón Martin Fierro, con los de la “Camporita”, la versión de secundario de la agrupación oficialista.


No faltaban los insultos descalificadores, a una conocida periodista, no identificada con el fervor dogmatico de demostrar total lealtad a la reina. Era un lugar muy incomodo para alguien que no profesa esos dogmas de que imponen esos liderazgo hiper personalistas. No faltaban las esculturales siluetas, de saltadoras olímpicas, de algún funcionario con los días contados. No faltaban esas caras esperando la distracción para rajarse, antes de comenzar la cadena, “con lo que Cristina hizo por ellas, mersas mal agradecidas”, diría uno, si las cruza bajando rápido.




Todos adentro se ponen de pie con la clásica “v”, desde el vidrio apenas se la puede ver; la excitación popular estalla: comienza el monologo en vivo, con la “videoconferencia”. A a los que están percibo, que poco le importa lo que dice, lo importante es figurar y dar el presente, según el brillo de algún traje a medida que charla distendido de espaldas a una de las "TV". Hoy no hay comida ni nada. Como se perdió no se puede mostrar un clima de joda. Igual da la sensación, que a partir del 22 del Noviembre- Ballotage- van a ver como viene la mano- tienen cara, de caer lo mejor posible al próximo- sea quien sea- hay que sobrevivir, se tiempos duros se nos acercan.
El pelado, con que supuestamente venia, lo veo que raja y hago y aprovecho para salir de ahí, ante todas las sensaciones emocionales, como el miedo de ver algún conocido del mundo Oficial.  En la retirada, no deje de admirar los retoques estéticos, con exagerados titntes de “populismo pop”. El mismo camino de entrada, con cambio de puerta (lateral)

El soplo de aire que largo cuando estoy en 25 de Mayo, por la peatonal encaro hacia la terminal de Retiro.

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