ELECCIONES 2015: Crónica de una larga tarde

Un domingo eterno

CRÓNICAS PORTEÑAS

elecciones, elecciones en argentina, resultado, resultado elecciones en argentina, corresponsal en argentina, analisis, mesas de votación, paso, scioli, macriConteo de votos en Provincia de Buenos Aires / Foto: Ignacio Bustos
AUTOR: Ignacio Bustos | Corresponsal en Argentina
En la gran “Elección- encuesta” PASO, Daniel Scioli, a 24 horas del cierre del comicio -mientras escribo se siguen contando votos- con el 38,4% se imponía sobre el 30,1% de Mauricio Macri, que se mostró muy optimista por haber alcanzado el objetivo de ir a la primera vuelta con menos de 10 puntos de diferencia del oficialismo. Sergio Massa, con su tercer lugar, quedó destinado a ser “árbitro”.
Fue una larga, fatigante y cansadora elección. Mucho más, en lugares como la Provincia de Buenos Aires, donde vota la gran mayoría del padrón electoral nacional. La provincia cuenta con muy precario sistema electoral (del siglo XIX) el cual se niegan a modernizar, por las facilidades que da para manipularlo.
Una elección en la que encima en Provincia, se imprimieron boletas con 7 cuerpos de 85 cm de largo, sí. Tuve la labor de fiscalizar, aunque tratándose de un club de tres mesas, fue todo muy tranquilo. Aunque antes de la elección, cuando se acomodaban las mesas en medio de la oscura y húmeda madrugada, se escuchó de otra mesa un griterío terrible: Según parece alguno de esos punteros del Intendente “consorte” (heredo del padre la Intendencia en 1999) de San Isidro, había querido manotear boletas de otro candidato con chances de “pelearle” y fue visto por un Fiscal general, que lo agarró del cuello. El policía, como sin ganas de tener problemas de un grito advirtió: “La próxima suspendo todo a la mierda, y llevo a los fiscales a la comisaria”. Después de eso, pura rutina de firmar sobres -ayer soñé que seguía firmando sobres- y los indecisos que eran el peor clavo, por la cantidad de boletas y las filas que se armaban.
Luego, el recuento después de ordenar y contar una y otra vez los padrones y actas hasta coincidir  en “269 votos”, que llevó un buen rato. A todo esto, yo estaba por un partido “Vecinalista-Municipal” de buena elección. El policía y el gendarme estaban con cara de “me quiero ir”, y desataron su alegría después de la entrega y firmas, de urna y de acta, en medio de una sudestada terrible a eso de las 11 de la noche después de 16 horas. Fue un alivio salir de tanta firma, boleta y urna.
Creo que los principales candidato “hicieron negocio”: Daniel Scioli que no para de torcerle el brazo a Cristina, en el camino a la primera vuelta, y muchos creen que va comenzar a “deskirchnerizar” su campaña. Por algo no dejó hablar anoche a su vice Zannini. El Peronismo tradicional comienza a encolumnarse detrás Scioli.
Por otra parte, la tan temida palabra “ballotage”, que no es una utopía para la oposición. Cada vez suenan más rumores de alianza de Mauricio Macri (30%) – en su interna venció a Carrio y Sanz- y Sergio Massa (20%), para buscar la primera vuelta.
En la elección a Gobernador de Buenos Aires, Eugenia Vida (Cambiemos-Pro), dio la sorpresa al ser la más votada de  la elección. El kirchnerismo se dirimió en una durísma interna que ganó el controvertido Aníbal Fernández a Julián Domínguez, alcanzando un 40% entre los dos. Hay que ver cuantos de los que votos a Domínguez fueron por rechazo a Aníbal.
En las últimas horas se multiplicaron las denuncias por “robo de boletas” hacia los partidos opositores, en las escuelas de los municipios más “populosos”. El problema escencial es el precario sistema electoral de “boleta papel”. Encima el oficialismo, al ser el dueño del aparato político cuenta con una ventaja desmedida sobre el resto, porque ni por toda la generosidad del mundo se pueden juntar ni la mitad de sus fiscales.
Eran las 12 de la noche y recién comenzaban a dar los resultados. Desde varios sectores, ya pidieron la cabeza del sistema, pidiendo “boleta única” o “voto electrónico”. De acá a fines de octubre, mucha agua va correr bajo el puente. Es el principio del “Postkirchnerismo”.

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