El fuego del exitismó nacional

Otro festival de la exageración

AGUAFUERTE PORTEÑA

AUTOR: Nacho Bustos | Corresponsal en Argentina
Para el argentino, es toda una “tragedia” ser segundo, y mucho más, si es un “bi-subcampeonato” en menos de un año. La frustración de los jugadores es entendible desde todo punto de vista, pero lo de los “pseudos- opinólogos” devenidos en personajes graciosos, es muy patético.
Tipos como Flavio Azzaro y “Toti” Passman -famoso por el “la tenes adentro”- utilizan un tipo de crítica desmesurada, sin el más mínimo análisis serio, vendiendo el “personaje” para el exitista público dolido. Es poco serio pedir la “purga” del seleccionado entero por perder dos finales. Otras revistas de “pseudo-culto” de fútbol; haciendo análisis de los porque de la “amargura”. Después esa revista, le hace un culto a selecciones o integrantes, que no pasaron la primera rueda de un mundial. Columnistas, que decían que el equipo está destinado a ser “eternos perdedores”. Y las redes sociales, poco más que piden un decreto de “traición a la patria”. De los grandes "despechos",que derra no falta el de  Leonardo Farinella (Secretario de Redacción de  "OLE"), desde un total falta de coherencia y análisis objetivo. Pidió a los jugadores que "pidan disculpas al publico que lloro". Por momentos, parece que aparte de inventarse un personaje para venderle a la "gilada existista", estos "opinologos" compiten haber quien dice mas boludeses juntas. La falta de formación y cultura, a la larga pasa una gran factura.
Otro de los grandes fenómenos patéticos, es la “carismática” nube de pedos de Ricardo Carusso Lomabardi -famoso entrenador de equipos al borde del “precipicio”- que no tuvo empacho ni con Messi ni con el “Tata” Martino. Al técnico de la Selección lo mató por los cambios, pero no desde un análisis, si no como un charlatán de bar. Como si Lombardi hubiera ganado algo más importante que salvarse del descenso.
El insoportable “drama” nacional por perder una final de América por penales, tuvo algunos costados de cordura como el que mostró Gonzalo Bonadeo en su columna dominical de Perfil, titulada “Se ganó algo más valioso que un título”. Para él, jugando así se armó una base a futuro, que sí la saben aprovechar, pueden explotar. Y eso es un comienzo.
Una de las cosas más lindas que tiene el fútbol, que siempre da la chance de “revancha”. Si no miren a la selección de Alemania de los ’80, que se cansó de perder finales hasta que la pegó en Italia 90. También el actual Campeón del Mundo, se cansó de coleccionar medallas de plata hasta que con paciencia y sin descuidar el rumbo, se llevaron el Mundial de Brasil.
Fue increíble la cantidad de rumores que corrieron en estos días con la “primicia” “Messi se retira de la selección”, o que “daría un paso al costado”. Hasta ahora no afirmó nada, pero probablemente descanse en la próxima fecha FIFA para los amistosos de septiembre, para comenzar fresco las eliminatorias en Octubre. No tuvo una buena noche, ya que su familia fue agredida en la tribuna por el excitado público chileno, que se ve que se emborrachó fiero con la Copa.
Javier Mascherano desgarrado para su enésima frustación. Biglia dijo que por ahí da “un paso al costado”, aunque Mascherano avisó: “Todavía no decidí nada”. Seguro se le va a pasar.
Fue una final, y uno tenía ganar. Chile entendió que era el partido de su vida, y que no iba a tener otra chance igual en décadas, lo aprovechó y lo jugó como las circunstancias se lo exigieron. Es un digno Campeón irreprochable desde todo punto de vista. Además, se ganó su lugar en la Copa de las Confederaciones.
Otras de las cosas que no le perdonan a Gerardo Martino, es que no haya prescindido del cuarto cambio “extra” -nueva regla del alargue CONMEBOL-  y que no haya aprovechado a Carlitos Tévez, aparte de cómo dicen los “expertos filósofos”, no tuvo plan “B”. Final entre dos “hijos” futbolísticos de Marcelo Bielsa- los formó en las inferiores de Newells Old Boys de Rosario, Martino y Sampaoli, aunque este último se retiró a los 18 por una lesión de “tibia y peroné”.
La selección Argentina volvió a tener la mala suerte de perder a Ángel Di María en una final -solo duró veinticuatro minutos-. Lo que hubiera cambiado la crítica desmesurada, era si Higuain llegaba medio milímetro antes. Cosas del fútbol. A descansar y enfriar los caldeados nervios, que viene un arduo y largo camino hacia Rusia.

Comentarios