El eterno inconformismo
AGUAFUERTE PORTEÑA
Uruguay's captain Diego Lugano (C) holds the trophy after winning the Copa America final soccer match against Paraguay in Buenos Aires July 24, 2011. REUTERS/Marcos Brindicci (ARGENTINA - Tags: SPORT SOCCER)
AUTOR: Nacho Bustos | Corresponsal en Argentina
La expresión del buen fútbol da la cara por Sudamérica, ya que sus dirigentes, sucios y muy contaminados por los escándalos masivos de corrupción, se quedaron escondidos como ratas en Asunción y no fueron a Chile, por miedo a posibles escraches.
Argentina a corriente del resto: no es la excepción. Su dirigencia metida poco más que en un pozo y la Selección corriendo con la bandera salvadora, antes de que nos tape el agua. El inconformismo social, se está haciendo una muy mala costumbre.
Primero le recriminaron a Martino -Medios y redes sociales hasta el cielo- el empate con Paraguay, como una “Tragedia Griega”. Está bien que pegó duro, pero poco más que se pide la cabeza del DT. Se empató por descuido; y con equipos como Paraguay no te podés dejar estar, porque al menor descuido te descuentan y te meten adentro del arco.
Con Uruguay pasó lo mismo, parece que hay que entretener a la masa como si fuera un circo. Argentina-Uruguay, es un clásico y los clásicos se ganan como se pueden, no como uno desearía. Es como exigirle a Boca o River, sí o sí, una goleada.
La gente quedó muy mal acostumbrada por el mundial, a Messi lo crucifican de “eterno pecho frío”, por haber perdido nada menos que la final del mundo ante el mejor equipo del mundo que es Alemania. Poco más que son traidores a la patria. No le perdonan a la selección que Uruguay lo haya metido en un arco y que los 3 puntos, hayan sido por fortuna de la mala puntería del juvenil uruguayo.
Se lo pidió a Carlos Tévez, como si fuera un santo salvador, y el pobre carga con esa presión que por momentos se le hace una pesada mochila- errando un gol clarito con Paraguay.
Pero en esta Copa América, se acabó el respeto a los rivales “grandes” y todos juegan a muerte. Con decir que ningún equipo ganó dos partidos consecutivos, te resumo toda la gran primera fase que se dio. Hasta el local Chile sufrió ante un equipo de suplentes. La mismísima Celeste, con Jamaica, paso más de un sofocón, y Colombia que lo bajaron a la tierra en la primera fecha (Venezuela 1-0). Brasil no lo pasó nada bien ante Perú, vuelve a repetir las típicas torpezas infantiles, que lo llevó al desastre en su mundial.
Neymar de salvador a maldito. Es la otra cara que peligrosamente, Brasil con el tiempo va mostrando algunas improvisaciones que tienen los equipos chicos, y no la disciplina de un grande. Y eso que está la mano dura de Dunga.
Otro fue Arturo Vidal, mostrando un monumental nivel de irresponsabilidad y falta de compromiso: Ni me quiero imaginar si la copa fuera en Uruguay y eso le pasa a Suárez; o a Messi si fuera en Argentina. Patricio Yañez, un histórico referente de la selección Chilena -hoy periodista- dijo que “es un pésimo ejemplo perdonarlo a Vidal, a nosotros en el 91, nos tuvieron toda la Copa encerrados para evitar estas cosas”.
Viendolo a Vidal, da la sensación de que tiene un ego más alto que el Aconcagua. La infinidad de chistes con eso de que “se tomó la copa que tanto codician, a escondidas”. En fin, seguro aprenderá de esta lección que marcará un antes y después en Chile.
Esta Copa está a la altura de todos los pronósticos que decían que iba a ser la mejor. No sé si es la mejor, pero tiene todo para ser inolvidable. Lo bueno es que se cambió el clásico formato de la final un domingo a un sábado -para dejarte recuperarte el domingo-.
Se viene una semana en la Copa a matar o morir. No hay favoritos, está para cualquiera.
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