Más que un paro, un “feriado sandwich”
AGUAFUERTE PORTEÑA
AUTOR: Nacho Bustos | Corresponsal en Argentina
Un paro anunciado hacía semanas y que pasó desapercibido hasta los últimos días. La cercanía del feriado de Semana Santa hizo que el lunes comenzara un éxodo masivo -se podía ver en las terminales de Retiro- hacia diferentes puntos turísticos.
Al paro se adhirieron los principales opositores al Gobierno -Camioneros, transporte, Judiciales, comerciales hasta ahí- y con solo esos gremios quedo prácticamente parado todo el país. El reclamo se debe a la no supresión del impuesto a la ganancia, en asalariados.
El día comenzó con esa atmósfera bien de feriado. Podía ver por la ventana de donde vivo -plena zona comercial de San Isidro- que los comercios no se iban a perder de este día. Aunque hubiera querido, fue imposible moverme hacia el centro (Capital Federal) ya que en todo el día no escuché los bocinazos del tren, que avisan desde 2 km antes de llegar a la estación. El servicio de Colectivos de Línea, más inexistente que la tercera estrella en la camiseta de la selección Argentina. Todas las líneas de Subte, también adhirieron.
La verdad muy enojada que digamos, no se la vio a la gente. Ya desde el lunes a la mañana o tarde era muy grande el movimiento hacia las diversas terminales, y todo con el plus del muy buen clima: rozando los 30 grados. Se podía ver a los “quejosos de siempre”, que esta vez no dejaron una parrilla libre en los campings de la Ribera del bajo de la Zona Norte.
Los que iban en auto no tenían problema en llegar, por eso a la vuelta se saturaron las autopistas, aparte que se mezclaron con los que se anticipaban al finde largo.
A los que no les quedó otra, que tuvieron que ir sí o sí a trabajar; se ingeniaron de varias maneras, por ejemplo en las Bici-sendas Porteñas, se vieron abarrotadas como pocas veces de bicis, rollers, y hasta alguno que otro desempolvó el viejo Skate.
Los vuelos también se sumaron al paro, y el que sufrió un poco sus consecuencias fue el San Pablo de Brasil (19:30 hs juega con San Lorenzo en el Gasómetro) y los micros que estaban reservados, brillaron por la ausencia. Rápidos de reflejos, los dirigentes Paulistas alquilaron unas combis para el traslado del plantel.
La basura acumulada, fue otro de los grandes protagonistas aparte de la desolada ciudad.
Cristina hizo una Cadena desde pleno corazón de La Matanza -lugar clave del mapa electoral- para repudiar el paro. “No puede ser que el 10%, perjudique al 90% de los trabajadores”, dijo. Pero esta vez fue más breve, no llegó a la hora.
Por otro lado para Hugo Moyano -Secretario General de la CGT- El paro “fue un éxito total”, y ya amenazó con otro de 36 horas, al igual que año pasado.
Sergio Massa, con tintes electoralistas, prometió suprimir el impuesto a la ganancia el 1 de Enero. Criticó que “pagan impuesto los que trabajan y producen, y es beneficiado el timbero”. Daniel Scioli se mostró algo ambiguo, con frases de campaña tales como “confió en la sabiduría y madurez del pueblo Argentino para avanzar”. Mauricio Macri, fue otro que pateó la pelota para otro lado. Los candidatos sin chances, fueron los que más se mostraron en la TV, apoyando el paro.
A todo esto, el paro se realizó un día después de que Máximo Kirchner quedara en ojo de la tormenta, luego de que la revista brasilera “Veja” denunciara la existencia de una cuenta secreta a su nombre y una muy aliada llamada Nilda Garre, con 62 millones de dólares en las Islas Caimán. Por primera vez, Máximo salió desesperadamente a desmentir todas las versiones, tirando centros en los días posteriores, sobre una candidatura a algún cargo electivo como pantallazo de humo.
Esta es la tercera columna que escribo sobre; “un día en la vida de un paro”, completando una “Trilogía” que seguro en la impredecible Argentina de hoy, tenga más capítulos.
Un paro anunciado hacía semanas y que pasó desapercibido hasta los últimos días. La cercanía del feriado de Semana Santa hizo que el lunes comenzara un éxodo masivo -se podía ver en las terminales de Retiro- hacia diferentes puntos turísticos.
Al paro se adhirieron los principales opositores al Gobierno -Camioneros, transporte, Judiciales, comerciales hasta ahí- y con solo esos gremios quedo prácticamente parado todo el país. El reclamo se debe a la no supresión del impuesto a la ganancia, en asalariados.
El día comenzó con esa atmósfera bien de feriado. Podía ver por la ventana de donde vivo -plena zona comercial de San Isidro- que los comercios no se iban a perder de este día. Aunque hubiera querido, fue imposible moverme hacia el centro (Capital Federal) ya que en todo el día no escuché los bocinazos del tren, que avisan desde 2 km antes de llegar a la estación. El servicio de Colectivos de Línea, más inexistente que la tercera estrella en la camiseta de la selección Argentina. Todas las líneas de Subte, también adhirieron.
La verdad muy enojada que digamos, no se la vio a la gente. Ya desde el lunes a la mañana o tarde era muy grande el movimiento hacia las diversas terminales, y todo con el plus del muy buen clima: rozando los 30 grados. Se podía ver a los “quejosos de siempre”, que esta vez no dejaron una parrilla libre en los campings de la Ribera del bajo de la Zona Norte.
Los que iban en auto no tenían problema en llegar, por eso a la vuelta se saturaron las autopistas, aparte que se mezclaron con los que se anticipaban al finde largo.
A los que no les quedó otra, que tuvieron que ir sí o sí a trabajar; se ingeniaron de varias maneras, por ejemplo en las Bici-sendas Porteñas, se vieron abarrotadas como pocas veces de bicis, rollers, y hasta alguno que otro desempolvó el viejo Skate.
Los vuelos también se sumaron al paro, y el que sufrió un poco sus consecuencias fue el San Pablo de Brasil (19:30 hs juega con San Lorenzo en el Gasómetro) y los micros que estaban reservados, brillaron por la ausencia. Rápidos de reflejos, los dirigentes Paulistas alquilaron unas combis para el traslado del plantel.
La basura acumulada, fue otro de los grandes protagonistas aparte de la desolada ciudad.
Cristina hizo una Cadena desde pleno corazón de La Matanza -lugar clave del mapa electoral- para repudiar el paro. “No puede ser que el 10%, perjudique al 90% de los trabajadores”, dijo. Pero esta vez fue más breve, no llegó a la hora.
Por otro lado para Hugo Moyano -Secretario General de la CGT- El paro “fue un éxito total”, y ya amenazó con otro de 36 horas, al igual que año pasado.
Sergio Massa, con tintes electoralistas, prometió suprimir el impuesto a la ganancia el 1 de Enero. Criticó que “pagan impuesto los que trabajan y producen, y es beneficiado el timbero”. Daniel Scioli se mostró algo ambiguo, con frases de campaña tales como “confió en la sabiduría y madurez del pueblo Argentino para avanzar”. Mauricio Macri, fue otro que pateó la pelota para otro lado. Los candidatos sin chances, fueron los que más se mostraron en la TV, apoyando el paro.
A todo esto, el paro se realizó un día después de que Máximo Kirchner quedara en ojo de la tormenta, luego de que la revista brasilera “Veja” denunciara la existencia de una cuenta secreta a su nombre y una muy aliada llamada Nilda Garre, con 62 millones de dólares en las Islas Caimán. Por primera vez, Máximo salió desesperadamente a desmentir todas las versiones, tirando centros en los días posteriores, sobre una candidatura a algún cargo electivo como pantallazo de humo.
Esta es la tercera columna que escribo sobre; “un día en la vida de un paro”, completando una “Trilogía” que seguro en la impredecible Argentina de hoy, tenga más capítulos.
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