La hora de los "Warholianos"
AGUAFUERTE PORTEÑA
AUTOR: Nacho Bustos | Corresponsal en Buenos Aires
“En esta zona noHay más luz, ni aunqueNo lo distinga, hay un muertoEn el ropero y otros dos en la piscina.Esta vida gira asi, sin cabezas por la vida, pocosJuegan lo que tienen y envidian lo que imaginan.”Cosas mías – Miguel Abuelo
En todo caso megatrascendente, en algún momento y desde algún lado, siempre emergen esos personajes con algún costado bizarro. Y el Caso Nisman, la verdad no es la excepción y ya han surgido un par de interesantes aspirantes a sus “15 minutos de gloria” .
Vamos a comenzar con la llamativa “testigo” Natalia Fernandez, con pinta de “Federica” (Mujer poli federal) o personaje de novela policial argentina de los ’80. Resulta que Natalia justo iba de su trabajo y como buen testigo la engancharon -no perdió oportunidad para la foto- dos semanas después, cuando se le ocurrió contar con lujo de detalle todo lo que vio. Aprovechó para describir poco más que una joda con bombo y platillo en la cual estaba el fiscal. Todo bien, pero me parece que se excedió con el “Contraste” del relato. Demasiado Color para mi gusto. Desde ya, apareció para ir a declarar muy producida; algo así como casi diciendo “Marce, llamame, te estoy esperado”. Pobre, al final salió perdiendo como nadie en el caso, ya que tuvo que dejar el trabajo, se tuvo que mudar y encima está metida en un departamento con custodios, desesperada.
Y pobre también el carpitntero que la acompañó. Natalia es testigo de la Policía Federal y el carpintero (que prefiere el anonimato) de Gendarmeria. Este hombre no tardó en contradecir la fiesta que Fernández describió, si no que todo lo contrario, dijo que en lo de Nisman había “un ambiente tranquilo de trabajo”. Tan sucio está este caso, que es muy difícil creer cualquier cosa, salvo la muerte del Fiscal.
Otro que si no se lleva el “Warhol de oro” le pega en el palo, es Guillermo Elazar, novio de la la jueza y ex mujer de Nissman, Sandra Arroyo Salgado. Esto es para alquilar balcones, es de las cosas más insólitas que a una persona le puede pasar.
Resulta que Arroyo Salgado estaba en Europa y le pidió que le mandara por Whatsapp la nota de Nissman que era tapa de la revista Noticias. Y según su versión, cuando vio el “punto negro” no le dio importancia.
Guillermo Elazar supuestamente había ido al kiosco de revistas de la parada de San Isidro con el ejemplar de “La Nación”, porque el de “Noticias” no le había llegado. Agarró de la pila de revistas Noticas (según los kioskeros “de la tercera para abajo”) y se la llevó.
Días después Sandra Arroyo Salgado se presenta en el kiosco de San Isidro pidiéndole explicaciones a los empleados, diciendo que era imposible que le pudieran dar una revista con un “punto Negro” que las demás no tenían.
El pobre kioskero, Gonzalo Espíndola -con pinta de jugador de los ’80- como había firmado el ejemplar que sí le llego y Elazar en el momento negó, tuvo que ir a declarar al igual que Edie Zunhino, Jefe de redacción de Noticias.
Las pericias sobre el papel, hechas por la Corte Superma, dieron que el material fue adulterado sobre el mismo. Lo que es muy probable debido al estrellato de Nissman ese fin de semana previo a declarar.
Mientras tanto, los empleados del kiosco le contaron a La Posta: “no pudimos dormir durante semanas por este paracaidista. Nosotros somos gente tranquila y laburadora, mira si justo el ejemplar de ahí debajo de la pila, va a tener el punto y lo va a sacar este”.
A medida que pasan los días, cada vez aparecen más actores de reparto.
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