El duelo más esperado
AGUAFUERTE PORTEÑA
AUTOR: Nacho “Beavis” Bustos | Corresponsal en Buenos Aires.
“Si diez años después te vuelvo a encontrar
en algún lugar, no te
olvides que soy distinto de aquel pero casi igual,
si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después,
algo se va incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.”
en algún lugar, no te
olvides que soy distinto de aquel pero casi igual,
si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después,
algo se va incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.”
Andres Calamaro
Se hizo bastante larga la semana hasta el jueves, cuando se jugaron los partidos de Boca y River por la Sudamericana. El foco de atención estaba puesto en la gran posibilidad de que se vuelva disputar luego de diez años, un superclásico en un torneo internacional.
El recuerdo de Carlos Tévez haciendo el aleteo ante un Monumental 100% de River, está muy latente todavía. En aquella ocasión, fueron dos batallas a muerte. En la ida Boca había ganado 1 a 0 con gol de Schiavi, en un partido caliente con manotazos y los también recordados arañazos de Gallardo (hoy DT millonario) al Pato Abondanzieri.
Y el histórico partido de vuelta, también fue una batalla muerte. River se pueso en ventaja con un golazo de “Lucho” González, pero faltando 5 minutos, Tévez empató y se fue expulsado por su festejo haciendo el mecionado aleteo. Y como si fuera poco, en el adicional Nasuti clavó el 2-1. Y a penales.
En un Monumental totalmente enmudecido Abondanzieri finalmente le atajó el penal a Maxi López y Boca pasó a la final de la Copa y sentenció a River, que desde entonces no volvió a tener una chance tan clara de ganar un torneo internacional (desde la Supercopa de 1997 que no sale campeón).
La de este jueves fue una jornada completa con dos partidos seguidos y 10 goles. Boca mostró todo su oficio copero y lo liquidó en el segundo tiempo (4-1). River en cambio, comenzó ganando fácil a los 30 segundos con gol de Teo Gutiérrez, y todos pensamos que goleaba. Pero Estudiantes también es un cuadro copero, y metió al milonario contra las cuerdas, dándo vuelta el partido. 2-1 y hasta ese momento se iban a penales.
Pero River demostró que para ganarle “hay que Matarlo”, como dice Gallardo; y lo dio vuelta en 5 minutos con dos cabezazos.
La próxima semifinal de la Sudamericana es el partido perfecto, por donde se lo mire. En River sueñan con terminar con todo el karma que arrastran en los últimos años, eliminar a Boca y ganar la copa junto al bicampeonato argentino. En Boca, ganar la serie sería ideal salvar el año.
Todavía, Gallardo y Arruabarrena coinciden en todo. Fueron acérrimos rivales en Primera desde inferiores; jugaron juntos en el mundial sub 17 en la selección argentina del 91 (ganando el bronce); hicieron el curso de DT en el mismo centro de estudios de Vicente Lopez y fueron compañeros. Además, ambos dirigieron a Nacional.
Hoy, cada uno tiene bien marcado el estilo histórico de su correspondiente club: Gallardo el buen toque riverplatense, y el Vasco Arruabarrena el corazón y la entrega boquense.
Y el superclásico también es el negocio perfecto para la Conmebol, y los dueños de los Bares en Buenos Aires, que en un escenario que pintaba para la malaria, están que bailan en una pata. No había terminado el partido de River, que las pizzarras ya lo anuncian: “reservas anticipadas”.
En el DownTown Mathias, los históricos abonados a la barra (fanáticos de River) no querían saber nada con que “este River, juegue con este horrible Boca, porque siempre sacan un conejo de la galera”. Si será típico el dramatismo porteño que hasta habia casos extremistas de otros paracaidistas, que decían que preferían dejar pasar a Estudiantes. Los de Boca en cambio, esperan esto como nada en el mundo. Sueñan con arruinarles el año perfecto a River, y dar la vuelta.
En definitiva, será un clásico para alquilar balcones, y que seguramente, arruinará el plan de más de una cónyuge, novia o amante. Está para cualquiera de los dos, como siempre, es un partido aparte.
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