En el eterno panteón del recuerdo


En el eterno panteón del recuerdo

DIARIO "LA POSTA"

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AUTOR: Nacho”Beavis” Bustos | Corresponsal de La Posta en Buenos Aires.
Cuando llegó la información que decía que Gustavo Cerati había muerto, llegaron un montón de recuerdos, épocas y cortinas musicales de programas preferidos de nostálgicos tiempos escolares. Nuestra generación, por lo menos un tema de Soda Stereo tiene.
El jueves Buenos Aires estaba en solead y el gris oscuro nublado monopolizaba el día. Como gran casualidad hoy es la entrega de los “Premios Gardel” , que seguramente tendrán ese tinte de homenaje muy especial. Justo ese premio del que supo ganar el de oro.
Caminando por Corrientes, especialmente en la puerta del Gran Rex, se notaba esa atmósfera de luto. Seguro que muchos de los que asistieron a los premios luego se dieron una vuelta por la legislatura Porteña, donde se velaron sus restos.
El tiempo pasaba mientras su estado era el mismo: ese irreversible estado de coma. En el fondo, nunca se perdía la esperanza del milagro. Lili Clark, su mamá, no la perdió hasta el final. Pocas semanas atrás, cuando Cerati cumplió 55 años, hablo con el optimismo que la caracterizó siempre, viendo esas leves mejorías que toda madre espera.
Me acordé de Signos, de escucharlo en otras épocas. Un disco que al principio como todo buen trabajo me parecía una porquería insufrible, pero que cuando lo asimilé nunca me cansé de él. Igual que con el cassette, que ligue de un amigo en la época de la primaria, de “Zona de promesas”, típico disco “Hitero” del que se me pegaron canciones como  “Cuando pase el temblor” y “ Persiana Americana”.
A Soda los vi por primera vez en TV, en pleno apogeo. En ese momento los tres iban a tocar a todos los programa de televisión de la época “De música ligera”, que también sonaba hasta en las publicidades de “Terrabusi”. Pero como toda banda en su máxima expresión, después de eso vino un periodo en el que desaparecieron de los medios. Seguro por el hartazgo mediatico y entre ellos.
También en esa época famosos eran los cánticos de “Luca o quien sea no se murió, que se muera Soda”, ahora se deben querer olvidar los que cantaban eso. Más después del fallecimiento del mayor de los hijos de Zeta Bossio.
El final de Soda Stereo se venia venir luego de discos de medio pelo como “Sueño Stereo” y el Unplagged; y un 20 de Septiembre del 1997, dieron punto final.
Siempre recuerdo a mi mejor amigo Gustavo, al que envidie muchos años por haber ido a ese recital mágico. Me contaba una y otra vez que cuando se hizo las “00:00” del 21 , cerró con “Primavera O”. Para luego lanzar el histórico “Gracias totales” que quedó grabado para toda la eternidad.
Paseando por esas disquerías de vinilos que tiene Buenos Aires, una vez me tropecé con “Ruido Blanco” (el Tour de 1986). Se lo saque de las manos al dueño por 5 pesos. Lo hice un clásico de la bandeja de tocadiscos de mi abuela, todos los viernes.
En el 2007, me enteré de la vuelta de Soda por la placa roja de “Crónica TV”. No lo creía o me parecía irreal (estaba en cama con 40 de fiebre). Luego fuimos con mi amigo al primero que inaguró la gira de la vuelta. Ese show tuvo momentos de alto vuelo creativo y otros en que se enfriaba sin pretender vender el showman.
Cerati no usó más teloneros que los programas grabados para la ocasión de “Peter Capusotto y sus videos”, que por su parte logró gran popularidad gracias a esos conciertos.
Con la muerte de Gustavo Cerati, se cierra toda una época, que seguramente dejara una honda huella para siempre. Y que tendrá una influencia muy grande en la música popular latinoamericana.
Recordando esos sublimes momentos, con la inevitable música de Soda de fondo, y un vaso de cerveza en alto, por el gran Gustavo Cerati.

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