AUTOR: Nacho “Beavis” Bustos | Corresponsal de La Posta en Buenos Aires
Fue largo y emocionante, pero ya terminó. En medio de la abstinencia de fútbol, el mundo de a poco recupera su normal funcionamiento.
Ver fútbol ahora, es como ver en el desayuno esa cerveza caliente que quedó de anoche sobre la mesa.
La acidez que produce el deprimente “show” matinal de Jorge Capitanich debatiendo contra “buitres”, obliga a buscar algo más informativo. Imposibilitado y rendido, la TV matinal queda muda. Siguen dándole inútiles vueltas al “Balón de oro”, como si fuera a cambiar algo.
Ahora es el turno de la “vivilla trepadora” Rocío Olvia, detenida en el aeropuerto de Ezeiza, una jugada con la típica impronta “carancho” de los cuervos que asisten a un cada día más decadente Diego Maradona, con su berreta vida privada como tema nacional del postmundial. En la radio, Pettinato se ríe y explica lo que ya sabemos todos: “qué llora, si después de esto va tener 190 horas de pantalla aseguradas”.
En el bar, en medio de los “lisos” de cerveza, el fútbol es tema latente, pero es como si la fiesta no tuviera música. Que River, que Riquelme y sus caprichos excéntricos de divo mesiánico. A pocos días de haber perdido ahí nomas la Copa, oír hablar de fútbol local dan ganas de llorar mientras la TV del bar pasa Lanús – Atl Mineiro. Lindo momento para que jugaran. Ideal para problemas.
Me encuentro con dos turistas brasileros que niegan su identificación con la verdeamarella alegando que son “Mineristas”, y que vinieron para el partido de la Recopa Sudamericana. Los miro como diciendo: “que ganas eh, a pocos días del gran evento”. Es que ni me quiero imaginar lo que debe ser el Brasil postmundial.
Haga lo que haga, todavía dan vuelta por la cabeza esos “por qué no entró la de Messi, la de Higuain o la de Palacio”, maravillas que tiene el fútbol.
Se debate si Sabella sigue o no sigue, para que el equipo siga al menos hasta la “Copa America”. Martino se va probando el traje, pero por las dudas, la prudencia le gana.
También son recibidos por estos días los Subcampeones en todos sus pueblos natales, desfilando en carros de bomberos y saludando desde balcones municipales.
Y como olvidarse del otro tema caliente: La AFA y el papelón de las entradas por izquierda en el Mundial, de la mano del “iluminado” Grondona Jr. Pensar que en el Sudamericano Sub 20 de Uruguay, Junior va a conducir al equipo juvenil que en enero buscando la clasificación hacia los Juegos Olímpicos de Río 2016. No, no. De solo pensarlo caen cataratas de sudor.
Y por último, lo que todos temíamos y sabíamos que iba a llegar: La hora de los pases de factura “mundialista” femininos, consecuencia de haber mirado fútbol indefinidamente (bien que ellas disfrutaron algunos partidos también).
Sin chistar, ahora hay que acompañarlas a algunos lugares faraónicamente aburridos mientras la humedad ilusiona a más de uno con un posible adelanto de la primavera.
Pero como siempre, no falta ese que te baja de un hondazo con pocas palabras: “olvidate, la semana que viene vuelve el frío crudo”, vuelve el Campeonato argentino.
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