Con el pulso en el aire


AUTOR: Nacho “Beavis” Bustos | Corresponsal de La Posta en Buenos Aires

El Mundial es una auténtica “montaña rusa” emocional, y lo más importante es la forma en la que un equipo absorbe la presión; que puede ser psicológica y emocional. Ya estamos en la etapa de los partidos “a todo o nada”, con gente en las tribunas o detrás de la TV, sufriendo y buscando efectos de las “mágicas” cabalas.
En este Mundial, no le sobró nada a la Selección argentina. Juega con tales niveles de adrenalina, que uno nunca termina de acostumbrarse a sufrir tanto. Se escuchan por el aire las típicas promesas incumplidas, como la de “no veo nunca más fútbol, me tiene podrido como me hace sufrir”.El gol no llega y se lo putea a Di María esperando que el cambio recaiga en él.
Después del agónico gol a Suiza, más de uno sintió una culpa enorme por quemar cuerdas vocales dedicadas a su pobre madre y poniendo en duda su integridad psicológica para abordar esta clase de partidos ( “Cagón de mierda, pecho fríoooo”).
Como es obvio, la excusa apunta hacia el seguir dándole munición, por cábala.
En ningún partido sobró absolutamente nada. Uno siente esa vibración al borde del colapso, como ya resignándolo todo, pero de pronto aparece alguna genialidad de Messi y rompe esa fría paridad.
Terminamos emocionados, con pedazos de la camisa en las manos, sin pensar en lo que costó. Y después de un rato, cuando baja la adrenalina, uno siente otra vez esa preocupación porque sabe que se juega pésimo, que el equipo es un flan y que regala la pelota cuando se pone en ventaja.
Para variar, nunca faltan los excesos de hostigamiento brasilero, que a esta altura le tienen más miedo a perder la Copa de local, que ganas de ganarla.
A todo esto, procesan al Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, pero le dieron poca importancia. El mensaje es claro: “después del mundial vamos al paro”, amenaza el Sindicalista Geronimo Vanegas.
Por supuesto, hay relatores como Fantino, que al borde del infarto y limitadísimas expresiones, quieren emular al gran Victor Hugo Morales en los 80 y 90, pero no saben qué más decir. Pseudos Periodistas, “modas pasajeras” de mundiales pasados como Toti Pasman (famoso LTA), que creen importante la información de peluquería que tiran al aire (ante la risa de todos).
El prolongado descanso de unos días hasta que vuelvan los partidos (Alemania-Francia) nos ofrece un somnífero combo de eternos “Compacto Mundial” con los goles y más goles (temo que de tanta repetición alguno pegue en el palo), de analistas diciendo que nos convenía Estados Unidos por esto y lo otro; y los que retrucan diciendo que convenía Bélgica porque juega “mano a mano” y no se cuelga del travesaño, y porque con USA jugaríamos con camiseta azul oscura a la 1 de la tarde.
La seriedad del debate todo lo trasciende. Se habla de lo que “hizo anoche Greta Rodriguez” por su obvia cara de “feliz cumpleaños” que tiene ahí en Río de Janeiro. Si aclaramos que está con su amiga de Costa Rica, no hay que ser muy creativo para imaginárselo, se deschava sola.
Y por último, la maldita costumbre de las “analogías”, que muestran la derrota con Bélgica en la inauguración del Mundial de España 82, y un genial Diego Maradona en la Semifinal de Mexico 86 (2-0) con dos genialidades suyas.
Hablando del aspecto futbolístico, Agüero (que no rindió) y su salida le facilitaron muchas cosas a Alejandro Sabella, al poner al nuevo “Sex Simbol” del momento, Sebastian Lavezzi.
Aunque estemos en la época más fría del año, los elevados niveles en el estrógeno femenino (donde se percibe ese  justificado abandono mundialista por parte de maridos, novios y amantes) generó un fanatismo en las redes por el “Pocho” Lavezzi, que opaca al mismísimo Lionel Messi.
A todo esto, se vienen los Cuartos con un estigma que pesa 24 años (desde Itañia 90 que no se supera esa instancia), y todos sabemos que hará falta mucho más que suerte, rezos y cabalas.

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