Eduardo Peralta Acevedo - Aguafuerte Porteña
A veces la
semana un poco pesada se pone. El “break” de los Jueves, para desahogarse con alguna cerveza en la peatonal Reconquista, siempre es una buena “idea”.
Siempre y cuando el “Mango o el peso Argento”, asi nos diera vía libre antes
de innumerables reproches maritales.
Contando
moneda, por acá al principio, hasta que se relaja demsiado, descuida lo que
venia con la idea; controlar el “gasto”. Imposible. Tan acomodado ala barra,
llevado en oferta, por una típica linda morocha Rioplantense (vendedora de la
buena nueva oferta) Uno intenta autojustificarse en alguna excusa. Imposible,
nos vemos adentro, inducidos por “encantos vendedores”. "Liso" a 10 pesos. La
idea de consumir uno, o dos a lo sumo.
La
atmosfera es agradable en el Bar Irlandes. Que semana atrás, se salvo el año
con su “navidad” de San Patricio. Los plasma, con los Stones, hacen más cómoda la
estadía. mientrás mi vecino de barra; que descarga una “catarsis”, con la
fuerza de un FAL. No esta solo, su buen amigo; me juego, lo que sobrevivió del
bar y lo que me falta; Que es un vendedor de seguros; por esa postura “Gran DT-
sabelotodo” Da indicaciones, como si su jugador,
estuviera desorientado, sin poder distinguir su arco del contrario. El
“Yuppie”, de tanta indicación; falta que le viva la vida, duerma con la mujer,
y le crie los hijos. Su cuenta viene, esta tan concentrado en dando indicaciones
en forma tan histriónica, que ignora (o quiere) la cuenta, aportando la
tarjeta, de “catarsis de mediana edad”. Los dejo de observar, porque si no esto,
parece más un cuento de un oficinista deprimente.
Se esta
terminado el segundo “liso”, entretenido y cómodo; se rompe nuevamente lo
estipulado del control. Viene el tercero, con otro compañero de barra, mirando
el menú como sus voraces precios, son mas inestables que la defensa de Boca. Se
nota que le han pasado varias veces la goma. Nos da pie, tirarle al menos una
silaba, ala otro morocha de la barra, “tal precio es?”, total mañana sube o lo
cambian. Marcos, mi compañero de barra, empelado en otro lugar de la misma
cadena, me dice “Acá vienen turistas de los países limítrofes, con un poco de
dólares y son Gardel. Van a los mejores hoteles, comen en los mejores
restaurantes” Me cuenta, mientras su limpio vaso, es reemplazado por otro con
contenido liquido. “El otro dia vino un amigo Uruguayo, comimos, tomamos,
visitamos algunas “amiguitas” de la zona,
seguimos chupando, me invito a que lo acompañe a Sarandi a ver a Peñarol.
Cuando volvimos del partido, tenia mas “rosca”, que ala ida. Mas restaurante,
mas chicas, mas tragos. A todo esto, mi mujer, ya me estaba poco mas llamando a
la “guardia civil”. La experiencia como Turista en Buenos Aires, fue barbara”,
me afirmaba, el vecino. Mientras mi vaso, llego al quinto; y con eso, mi
presupuesto; ya estaba resignado, a esa altura. Es como querer vigilar las aves
o el viento, imposible lo que se vuela, se vuela.
Los precios, avanzan mas que Usain Bolt, en Londres 2012. Los
fervientes “Relatores de la Epopeya”, lo niegan, no existe. “Una mentira
desestabilizadora”. La gente, esta desesperada, ni blindando el bolsillo, se
queda ahí. Hasta se contrata, los mejores Cocodrilos de bolsillo, y no hay caso”.
Lastima que no haya “seguros del aire”.
La “Soberana”, dira
“La maravilla del Superavit fiscal”, en su fundamento vendedor de “Salmon
Boliviano”; “los miles de millones que al país, le entran”. Estos también deben
ir muy rápido, por el mismo problema de “evaporación”, que tiene, porque ni por
casualidad, se ven, ni escuchan, ni se sienten.
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