Luna Roja Bonaerense



I

La luna Roja, me espera que un
pedazo de ella al menos vea en
su epilogo, durante la oscura
silenciosa y tibia madrugada

otoñal. Distinta a otras, has sido.
En una correcta fila en bloque,
las luces de calle, sin chistar y estricto
orden, iluminan sobre lo extraordinario,

como si no fueras a repetirte a aparecer 
asi.
Tan poco usual, como yo componiendo
a estas horas, sin riego de vino, 
y desayunado, en canina compania,
la roja luna aborde.

II

El largo silencio, su melodia escojida,
con otoñales vientos tibios, mostrandote
como unica.
Resignados asalariados, alguno que otro
enfundados, en su resignación pre-madrugada.

Dormidos y lentos trenes, caminantes pasos
de groguis pasajeros,en"compartidos sueños",
de lento paisaje suburbano.

A cada metro u estación, la claridad
gana terreno. La luz con la caliente
medialunas aparecen.

La luna roja, un recuerdo pasado quedo.

III

Encapotado el alba. Decorado en una
extraordinaria luna bañada en tinto,
En su redonda expresión, sin el infininito
de sus interminables edificios.

Ella sola, ahi brilla.
Ella sola, ahi una madrugada distinta
a lo habitual, pinto
En el Norte del conurbano.

Como dos amigas experimentando 
un eclipse de exepción.
goteras de hedonismo
bordado,
en  redondas gotas de sangre.

Rodeada en frias colillas de cigarro
ahogado, en un eterno mar de cenizas.
Marcados vasos calientes,en evaporados

hielos, con la ultima gotas sin beber.
Gota de un barato wisky, eclipsado,
en lo que fue un hielo.

El asomado blanco, de ojos 
rojos mañaneros, cede a su 
vampirico descanso.
A su rutina diaria,la luna
regresa.
Destellos ultimos de la luna roja
Bonaerense.



(Miguel Cruz)








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