Lluvioso Lunes Porteño


Eduardo Peralta Acevedo - Aguafuertes Porteñas

Oh Lunes, que dia tan complicado, en la Psiquis humana de asimilar.
De por si el primer y pesado parpadeo, como tener ojos de plomos encima. El relator omnisciente, con el esfuerzo como si empujara a todo el pack de los Pumas, y algo mas, para trasladarse hacia la estación del suburbano Retiro-Tigre. Las gotas de a muchas y sin escrupulos, caen (no pretendo caen en clásicas parábola poetica melosa) La estación un poco llena, con el tablero, que anuncia “9 minutos”, pasa el tiempo y mas inamovible se pone el 9 ese clavado, como Zubizarreta en el 94. Magicamente, se pone en 13, lindo numero para un Lunes. A duras penas, llega, mas cargado, que el ultimo camión del ganado.

 El viaje sin pena ni gloria, hacia Retiro, a paso caminado el ultimo tramo, caminando mirando la creciente asentamiento 31, en el paisaje, que semeja, en su frente con los pisos mas caros de Buenos Aires. A paso de a media maquina hacia oficinas publicas, pasando por la atmosfera de “chipa” y mini comercios callejeros, (brotados como arboles). Desde arriba del puente peatonal, se ve que nuestro, relator, percibe el “corte del dia desde que punto. Camiones, taxis, bondis. Todos en una comunión de puteadas de todos los colores y adejetivos caficativos que uno se pueda imaginar. Desde el adulterado color de piel, de la pobre persona que nada tiene que ver, asociado al lugar donde su pobre madre orina. Que gente un poco nerviosa, para hacerle frente sin temerle a Maywather. La oficina Publica, con su énfasis, del diario y la infaltables medialunas, y su turbo medio cuarto de maquina. Buscando con vista “biónica” desde el “trono” con un sentencioso “no esta”, veni mañana. Se le interrumpió medio segundo de factura, y mate.

Avenida de los inmigrantes y la terminal de Micros, totalmente colmada de camiones, Bondi misión imposible. Las patas de nuestro Relator omnisciente, antes de la hora, mientras volvia el Chipa y toda la “Truchomania” de Retiro. Hasta la plataforma del la nueva “maravilla” Porteña” el metrobus, con fantasmales bondis de cancha que pasaban de largo, mas vacios que la cancha de Arsenal, un Domingo.

Tres intentos nesecito la “sube”, para entrar en la maquina con el “rutinario 2,50”. Una opera de las mas desafinadas y ansiosas bocinas, peleaban, haber quien se hacia oir mas fuerte. Una calle en obra a hora, pico, motivo, de tan embotellamiento. No van hacer las obras ala noche y primera de la mañana, si no a los políticos, no van a ver que están haciendo obra. 2015, su objetivo, y si no el que viene, siempre se hace todo con la “próxima elección”. El Diego supera el embollo mas difícil, y pasa el nudo de Alem y cordoba. Nuevamente detenido, por una masiva manifestación de 15 personas, como mucho, en el inoportuno “Ministerio de Trabajo”. Una tropa de “Federicas”, hacen la guardia “Pretoriana”. La verdad, como viene el Lunes, al contrario de molestar seria una detención con la del medio. El Diego, pidiendo la hora, al horda de ansiosos pasajeros, les da el “el pase libre”.  La peatonal, Lavalle, y su mundo de gente a mil como una autopista, sin dejar de mirar los histéricos, que “nada ver”. 

Estan los que Justo tuvieron la mala suerte de “cortar”, el Domingo. Con la misma escupen ese fuego, que es mejor tenerlos a un km, que gastar un titánico esfuerzo en vano en entenderlos.
Un largo, dia que cada tarea, conlleva su doble esfuerzo. Se goza cada sentado descanso se dilata con el almuerzo con ese lentisimo “conito”, o la chalrla del partido del Domingo.
Finalmente, el Un reloj marca las 18hs, y la lluvia no importa, se puede cruzar algún amigo, para cortarlo definidamente. La camisa, ya no suda, los problemas, se resolverán mañana, quizás, si no bueno, pasado.
Tranquilamente, sin prestar atención al gran debate “Nacional” de la vuelta del  conductor ese que tiene gran inspector de “polvos ajenos” faranduleros, y la gran ególatra vedette. El paro, en las importancias generales, esta como la gran audiencia Nacional de la caída de la “cadena”. Igual la fecha, como es Jueves, ya se arma como “boom turístico”, como sea hay que rajar. A Moyano, de poco unos reflejos rubios y unos ojitos claros, se le empiezan a ver. Se inventa un “finde largo bandoneon”. Con tal de que se evite, el levantarse temprano, es perdonado uno, de anteriores pecados.
 



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