PASO 2017: Los traiciono el invento



Las elecciones primarias abiertas y simultáneas (PASO), se instrumentaron en el 2010 tras la derrota del kirchnerismo en las legislativas del 2009. Amenaza con el ser el acta de defunción de sus mentores que la pusieron en práctica: Cristina, Massa y Randazzo.


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(lanueva.com)





Ignacio Bustos



Las Elecciones primarias simultáneas y obligatorias- PASO- fueron un instrumento creado durante el gobierno de Cristina Kirchner, con el visto bueno del ex presidente (y esposo), Néstor Kirchner. El diseño de este formato tan particular fue realizado por Sergio Massa y Randazzo, en el año 2010, con el fin de hacer una interna abierta (aunque el fin fuera otro). La derrota del oficialismo en las elecciones legislativas del 2009,  habían dejado herido de muerte al oficialismo, que rápido de reflejos aprovecho la ambigüedad de la oposición en ese momento para ponerse de acuerdo en el nuevo congreso.

En un país tan cortoplacista como la Argentina, Las Elecciones Primarias (PASO) suelen ser un arma de doble filo. Así, la verdadera intención en realidad fue el pantallazo para desorganizar más aún a la oposición, y no el organizarle la vida a los partidos como se quiso vender el “innovador” formato. La elección del 2011 fue perfecta: El flamante efecto “La viuda Cristina” y la confusión con que la oposición llego a Octubre, sumado los votos que no “clasificaron”, que juegan a ganador, redondearon el histórico 54% que llevó a Cristina Kirchner a su segunda presidencia.

Las P.A.S.O no sirvieron de mucho, porque se instrumentaron con el fin de ser una interna abierta, y fueron una especie de “encuesta” que desacoplo y perjudico a los partidos más chicos, con pocos recursos, porque para competir en Octubre tienen que pasar la barrera del (1,50%), por lo general el ese gran caudal de votos, que en promedio puede alcanzar un 10%, que por lo general como las PASO juegan de “Primera vuelta”, esos votos en su gran mayoría van a los dos primeros candidatos.

El magro triunfo (en la provincia de Buenos Aires) de Cristina -0’21% de diferencia- sobre el desconocido binomio de Cambiemos: Esteban Bullrich y Gladys González, la hace repensar sobre su estrategia y sus problemas de asumir el peso de la autocrítica.

En la repartija de culpas, los alcaldes del conurbano son los primeros en desfilar por el pelotón de fusilamiento. Es un resultado bastante malo, ya que para llegar con condiciones de triunfalismo para octubre, tenía que haberlo hecho en forma más holgada, por el porcentaje que esperaban o más. A su vez, el gobierno está muy confiado en el “efecto pánico”, siendo el resultado  el mejor que hubiese conseguido, porque consideran que llego a su techo y muchos votantes de Massa (el electorado más independiente) con tal de que no gane Cristina, votarán a Bullrich.

Por otro lado es probable que Cristina “Manotee” algún puñado de votos a la tan dividida izquierda. El empate la deja a la espera de un milagro, de esos que se le caiga la estantería a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, que salieron bien parados luego de quedar casi empatados con el desconocido binomio (Bullrich- González) y ganar en Diputados por un punto y medio de ventaja. El instrumento está a punto de estallarles en la cara a los tres – Cristina Kirchner, Sergio Massa y Florencio Randazzo-y prolongar indefinidamente la crisis en el Peronismo, hacia un abismo terminal.

Octubre está a la vuelta de la esquina, se escuchan ecos de una nueva era. Tanto Cristina como Sergio Massa supieron en sus respectivos momentos sacarle provecho en el 2011 cuando Cristina apabulló, y Massa en el 2013. Randazzo  dejó pasar el tren en el 2015 (cuando desistió ser candidato a gobernador de Buenos Aires) confiado esperando el próximo, que parece no va a llegar. La creación amenaza con llevarse puesto la carrera política de los tres, para siempre.


Fuente "Sexta Sección": http://www.lasextaseccion.com.ar/comentarios/no-hay-trampa-mas-mortal/

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